jueves, 30 de junio de 2011

Que empiece la fiesta, Niccolo Ammaniti



Ser famoso es muy fácil, debes matar a alguien con los ingredientes que alimenten el morbo del público. De otra forma es un camino que a pesar de todo el esfuerzo, puede tornarse en fracaso. Pero cuando se alcanza la fama uno está más propenso al odio. Esta novela critica especialmente la sociedad de las apariencias, sus personajes (futbolistas, actrices con numerosas cirugías plásticas, Fabrizio que es el alter ego, según dicen, de Baricco) están disfrutando de una fiesta mientras los miembros de una secta satánica busca boicotearla.

Esta novela absurda y cómica se encuentra también con las preocupaciones humanas por trascender y porque su vida tenga cierto sentido en una sociedad donde los políticos se han olvidado del pueblo, una suerte de dioses del Olimpo que no entienden a los hombres.

El autor en una entrevista a Página 2 dice: ¨El escritor no sabe hacer nada, no es experto en nada; así que se toma la licencia de hablar de todo. Pero cuando al final lee sus entrevistas se da cuenta de las estupideces que dice.¨

Una novela que rompe los esquemas últimos de lo que algunos consideran literatura alternativa, pero no literatura en sí misma.

Nos dice Sombras de neón:
http://sombrasdeneon.blogspot.com/2011/06/niccolo-ammaniti-que-empiece-la-fiesta.html

Todos los personajes están tan hartos de sus vidas y tan necesitados de atención que quieren morir siendo mártires: prefieren ser recordados por un sacrificio inútil que por una vida plena. El tramo final del libro, con su inesperado guiño a "Jurassic Park", es tan salvaje que ni en las catacumbas se está a salvo. La carcajada intrascendente de los capítulos anteriores muere congelada en los labios. El hombre se cree un depredador intocable pero, por mucha fiesta y mucha opulencia con que lo adorne, siempre encontrará a un depredador mucho más poderoso y hábil que él. Al final a todos nos espera la misma muerte.

lunes, 27 de junio de 2011

El fin es mi principio



Es la adaptación de la novela de Tiziano Terzani llevada al cine por Jo Baier y con la magnífica actuación de Bruno Ganz y Elio Germano. Es la historia de un padre que está a punto de morir y llama a su hijo para hablarle de su vida, para explicarle su aparente fracaso o éxito como progenitor o como periodista. Empujarlo a que él mismo se reconozca viviendo esa extraña satisfacción de lo experimental. Porque, él, dice el padre, ya ha probado todo en la vida, lo único que le falta es la muerte.

El título me hace recordar a Tiempo de vida de Marcos Giralt Torrente, una obra extraordinaria, donde frente a la inminente desaparición del padre con cáncer, el hijo logra iniciar una relación genuina, la que esperó toda su vida.

La conversación entre ellos es la el pilar de la película, es casi una experiencia teatral con un guión muy bueno y fiel a la novela.

- Ahora no soy nada. Tampoco quiero serlo.

viernes, 24 de junio de 2011

Si aparece Kyu, tienes que usarla (Recortes de 1Q84, Haruki Murakami, Tusquets)





El japonés aclamado en todo el mundo, Haruki Murakami, quien ha sido también traductor de Carver y Fitzgerald, admirador de Puig y García Márquez; entregó hace dos años 1Q84 y los dos primeros tomos están traducidos al castellano en un ejemplar. La traducción al inglés de los mismos libros de la trilogía estarán disponibles a partir del 25 de octubre, fecha en que se calcula habrá una traducción al español del tercer tomo de esta novela por entregas. Aunque en Japón hay rumores que existiría un cuarto libro, todavía no lo ha confirmado el escritor, quien es también un corredor compulsivo, adicto al jazz y recurrente en temas de alienación y pérdida en un entorno surrealista.

El título podría tomarse como una abierta alusión a 1984 de George Orwell, donde ¨el gran hermano¨ vigilaba en todo momento a las personas. El número 9 y la letra Q (Kyu) son fonéticamente iguales, la novela toma lugar justamente en 1984 pero en una realidad aparentemente distorsionada, como el título. Otros sugieren un paralelismo a La verdadera historia de Ah Q, novela del chino Lu Xun.

Alusiones musicales, cinematográficas, pero esta vez con malicia. Paralelismo masculino y femenino. Medio millón de copias vendidas antes de aparecer en las vitrinas.

La estructura de la novela es la que usa Mario Vargas Llosa cuando cuenta dos historias paralelas. Cada capítulo pertenece, por separado, a Tengo y Aomame. Tengo es un profesor de matemáticas y ex practicante de judo que vive sólo en un pequeño apartamento y usa su tiempo libre para escribir novelas y con un pasado atormentado por la relación con su padre. Aomame es una entrenadora física y asesina a sueldo que vive también sola y con un pasado marcado por una religión estricta. Tengo es contratado para reescribir una historia llamada La crisálida de aire, y pueda ser presentada a un concurso. Hay una constante dicotomía: Amanecer y Vanguardia, las dos lunas, perceiver y receiver, los senos desiguales de Aomame, las parejas se destruyen, una parte consume a la otra, mientras los solitarios sobreviven, aparentemente.

La aparición de Aomame es también a través de una crisálida, el taxi es el vientre que la sitúa ya no en 1984 sino en 1Q84 escuchando la pieza musical de Janácek el taxista es el mediador, el que va guiándola a un mundo adyacente. Así como Alicia en el país de las maravillas, Aomame va ingresando, bajando al nuevo mundo, o descendiendo al Hades, por las escaleras de la autopista. Aomame carece de identidad, su apellido es distinto pero no la hace peculiar, su rostro puede contraerse hasta asustar a la gente, pero sus rasgos naturales son rápidamente olvidados. Esto es utilizado por el autor para dar a Aomame una incertidumbre frente a su pasado, y como en la obra El fantasma de Anil, de Michael Ondaatje, tiene que luchar brutalmente para hacerse de una identidad, porque la impuesta no es suficiente. La deformidad de Aomame de una oreja apela a su vagina, es también la desviación sexual que padece y sus senos desiguales, la incapacidad de amamantar. El mundo cambia para ella cuando ve una pistola, que puede ser también la aparición fálica del poder.

Aomame puede manipular, atravesar, penetrar a las personas. Por otro lado Tengo es más bien conducido, constantemente infiltrado.

El nacimiento de Tengo en la obra, es un recuerdo de su infancia inmediata que lo perturba pero también lo excita sexualmente.



Esta obra expone, en cierta medida, el mundo literario, la comercialización del talento y los sufrimientos de un autor que quiere ser un buen escritor. ¨En la escritura, una de dos: o se nace con el don, o bien uno se deja la piel y se esfuerza para hacerse bueno¨. El editor de Tengo cree que los prejuicios son un buen punto de partida porque nunca se alcanza a conocer tantas personas. Tengo, a pesar que no ha sido publicado, es considerado para ser juez en los concursos literarios: ¨Resultaba extraño leer las obras de otros candidatos cuando él mismo se presentaba al concurso, pero las leía con imparcialidad, sin preocuparse demasiado por la delicada situación en la que se encontraba.¨ Tengo habla mucho sobre el mundo de la ciencia y las artes. La literatura como un proceso de ordenar, de reconstruir, ¨Cuando escribo sustituyo mediante las palabras la realidad que me rodea por algo que encuentro más natural. Es decir, reconstruyo. De ese modo confirmo que existo, sin duda, en este mundo.¨ Asimismo habla del proceso de creación como un brainstorming ¨Había un tiempo determinado para añadir todo lo posible y, luego, un tiempo para eliminar lo máximo posible.¨ La rigurosidad de escribir, la impresión, la conjugación de frases y la musicalidad. ¨El ego era eliminado; los adornos superfluos, suprimidos y la lógica transparente se retiraba al fondo de la habitación.¨ Construir un diseño estructurado en base a un magma literario. ¨En definitiva lo que hacía era liberar ratones imaginarios dentro de aquellos pedazos de madera¨.

Esta novela tiene muchos trucos literarios para mantener al lector pegado a la historia. A veces da ganas de saltarse un capítulo para ver qué le pasa a uno de los protagonistas. Está finamente dosificada aunque las referencias literarias a Chéjov pueden preparar al lector en lo que se avecina.

Crítica al machismo pero termina poniéndolo como una víctima del entorno social. El líder de Vanguardia no es culpable, su entorno lo es. Por otro lado la figura de la mujer destruye. Algunos dicen que Aomame tiene mucho de Lisbeth Salander de Stieg Larsson, pequeñas y letales, algo de lesbianismo y thriller.


Aquí algunos extractos que me parecieron buenos:

¨Un rayo de luz se filtraba tenuemente pro un intersticio en las cortinas, y sin embargo lo único que hacía era realzar la oscuridad¨ (pág. 521).

¨Si no lo entiendes sin que te lo explique, quiere decir que no lo entenderás aunque te lo explique¨ (pág. 541).

¨Lo que la gente necesita es una historia hermosa y amena que les haga sentir que su existencia es, al menos, un poco relevante¨ (Pág. 672).

La traducción se nota que ha sido apurada, hay cacofonías y dequeísmos (152, 153, 396 por nombrar algunos) frases comunes como ¨sudaba la gota gorda¨ otras que personalmente me suenan muy mal como ¨pero, sin embargo¨. Y demás singularidades del castellano en España que a mí me cuesta entender como: ¨Huelga decir que todo estaba oscuro a su alrededor¨. La apuesta es que la traducción al inglés conservará cierta musicalidad y sería más meticulosa en el uso de las palabras.

En el blog El lamento de Portnoy hay una referencia a la cultura japonesa que espera por el desastre para recomponerse:

Murakami quiere mostrarnos a dos individuos solitarios, esperándose mutuamente y esperando el desastre, empujados, sin que ellos quieran abandonar su cómoda apatía, hacia acontecimientos que anuncian un desenlace siniestro, enfrentados a fuerzas primordiales que les sobrepasan en todos los aspectos, y que, al mismo tiempo, les conducen a su unión imposible separados como están por distintos espacios y tiempo. http://ellamentodeportnoy.blogspot.com/2011/03/1q84-de-haruki-murakami.html

Una lectura altamente recomendable. La tercera entrega se espera con entusiasmo. Espero que las historias nunca se mezclen y que la cuarta entrega, de haberla, sea La crisálida de aire. Sin poder explicarlo, a veces sentía que los protagonistas sospechaban del autor. Algo así como la teoría del multiverso o de la física cuántica, donde el simple hecho de observar, varía los resultados esperados.

sábado, 11 de junio de 2011

La voz imperfecta. (Recortes de Un desconocido perfecto, Leonardo Caparrós, Punto de Narrativa, 2010.)



“A esas horas todavía soy yo; soy un inerte e inconsciente recopilador de información que registra los hechos y sonidos hasta el despertar, para luego reproducirlos y almacenarlos en la memoria”. (pág. 12). Javier Gamarra es un paciente siquiátrico, muy reflexivo, que ha sufrido una niñez violenta y un presente obsesivo con una mujer. Y busca retomar el control y el equilibrio devolviendo la misma violencia sobre la sociedad. Sobre el orden.

La historia es muy dinámica y mantiene al lector atento para descubrir qué hará el protagonista frente a la fuerte carga sicológica que sufre. Los quiebres de tiempo para explicar las razones de la conducta de Alejandro hacen de la estructura, muy interesante. Está contada con distintos narradores, cartas, recetas, confesiones. Y aquí radica también la debilidad de esta novela: la voz es la misma. Como en la página 85, donde se escribe una carta a la esposa de uno de los enfermos, pero el narrador es el mismo.

“Desde mi costado de la cama, que mira hacia el baño de mayólicas verdes, ella es sólo un pinchazo y una voz agradable.” “En eso tengo experiencia, en dejar las cosas a medias, en abandonarlas como un cobarde.”(pág. 13) Se puede percibir la urgencia del narrador al contar su historia, pero a veces busca recursos efectistas y palabras que no encajan con el protagonista, cómo si a veces le importara demasiado la aprobación del lector. Por otro lado, no confía en el lector, cree que debe explicarle lo sugerido, cree que debe ayudarlo a comprender las imágenes y hasta resulta por momentos periodístico, ¨…aun cuando fuera de público conocimiento… en tela de juicio.¨ (pág. 64). Lo que conlleva a una desproporción entre el lenguaje del narrador y la razón de contar la historia. “La sangre de Agustín zigzagueaba lentamente como un río desbordado entre las sábanas azules de la cama, formando caudalosos torrentes que terminaban en cascadas diminutas que iban a dar al suelo” (pág. 23).

Se torna a veces muy informativo, en una conversación con el primo se devela su carácter errático y descolocado de la realidad, mientras sus reflexiones y visiones del mundo son muy conscientes y ordenadas. Vuelvo a sostener, el narrador tiene una sola voz para el protagonista y los otros personajes sin cambiar el tono o las fijaciones particulares de cada uno.

“Pero a ella le encantaba engañarme y engañarse, prefería fantasear con un hombre amargado por las circunstancias, pero con un corazón noble en el fondo, un hombre asfixiado por la vida, pero que seguía esforzándose por dar lo mejor a los suyos, un hombre, que no era mi padre.” (pág. 16) El conflicto con el padre, con el poder, con el orden está muy bien delineado y logra mantener esa tensión a lo largo de la novela, hay una enorme capacidad del escritor de mantener hilvanados estos temas. ¨Cuando era niño odiaba jugar a las escondida, no me gustaba ocultarme interminablemente como cuando huía de mi padre. Detrás de algún baúl o alguna puerta vieja, delataba mi escondite empapado de llanto con miedo a ser descubierto¨ (pág. 171).

El protagonista es un antihéroe (tiene una visión sobrenatural en la noche) que busca retratar su propia percepción de lo que le ocurre, intenta usar la comedia para aliviar intensidad, pero a veces no lo logra con el lenguaje. Por ejemplo¨… con la inercia que sería la envidia de cualquier físico¨ (pág. 55). ¿Por qué un físico tendría envidia de la inercia? ¨…la envidia de cualquier agente secreto¨ (pág 130). U otras como ¨…dragón herido, pan a su casa y una educación a sus hijos¨ (pág. 64). El informe del médico es muy coloquial. Un médico no narra los hechos de su informe, sólo los coloca (pág. 65 y 66). Más adelante se describe mejor este hecho ¨Paciente borderline padeciendo neurosis severa, con rasgos sicopáticos y obsesivo compulsivo, por lo que debe permanecer en el hospital¨ (pág 67).

¨Ese era mi problema: extrañaba extrañar a alguien¨ (pág. 71). La soledad está muy presente a lo largo de esta impactante obra, tiene un corte social, el reclamo de los incomprendidos.

Hay partes que me parecieron notables:

¨Un limbo fétido en donde cuerpos que alguna vez recorrieron y disfrutaron la vida en sociedad, como cualquiera, ahora saldan sus deudas con esa misma sociedad, pagando caro sus errores, sus desaciertos o sus simples omisiones¨ (pág. 76).
¨Todos revolviendo para encontrar el error, para ubicar en qué momento se quebró la realidad y cayeron en este abismo de pastillas y techos blancos. Nunca lo lograrían, no aquí ¨ (pág. 97).

Y otras que considero lugares comunes o ambigüedades en la descripción:

¨Con bastantes horas de vuelo¨ (pág. 31). ¨Puerta falsa¨ (pág. 33). ¨Color entre marrón y blanco¨ (pág. 51). ¿Cómo es este color entre marrón y blanco? ¨Increíble derroche de creatividad¨. ¨Sonrisa suave¨ (pág. 124). Aún quiero dilucidar una sonrisa suave. ¨Ojos brillosos como vidrio húmedo¨ (pág. 124). ¨Beso eterno de fierro y aceite¨ (pág. 138). El problema no son las frases, sino que las diga el narrador.

Daniel Alarcón, Renato Cisneros, Carlos Fonseca y Santiago Roncagliolo han recomendado esta novela. Es la primera de Leonardo Caparrós, intensa, brutal y que deja satisfecho al lector que busca finales llenos de acción. Una lectura ágil y colmada de abruptos encuentros con las dimensiones de la realidad, que como dice el protagonista, no es igual para todos.

Un sueño fugaz en Babelia

"El fracaso es un aprendizaje" es el titulo de la reciente entrevista que le hicieron a Iván Thays a propósito de la publicación de Un sueño fugaz:

Hay personajes que migran de unas novelas a otras. Y también libros que se multiplican. Un sueño fugaz es un libro liberado, contenido dentro de La disciplina de la vanidad, novela que Iván Thays (Lima, 1968) publicó en Perú en 2000. Una novela dentro de otra. Que se desdobla. Un juego de cajas chinas. "Cuando me planteé La disciplina de la vanidad se me ocurrió que el narrador llevara al encuentro de escritores un libro de cuentos. Un libro que es comentado a su vez por otro personaje. Siempre me imaginé que los cuentos que el protagonista escribía tenían una unidad, que avanzaban en el tiempo y que sería interesante saber cómo se podrían leer fuera de la novela que los contenía. Así es que hice un proyecto de aumentar algunos cuentos, alterar algunos detalles para que encajaran mejor. A Anagrama le gustó así y lo ha publicado", explica.

Considerado uno de los valores más sólidos de la literatura latinoamericana actual, Thays no se dio a conocer en España hasta la publicación de la novela Un lugar llamado Oreja de Perro, finalista del Premio Herralde 2008. Sueño fugaz es una novela de cuentos. "A pesar de que he cambiado algunas cosas y que se puede pensar que este libro ha sido arrancado de otro, yo diría que es como el relato de Borges Pierre Menard escribe el Quijote. Se ha convertido en otro libro para mí, distinto al que escribí, porque yo mismo he cambiado de manera de pensar".

En La disciplina... se planteaba ya la preocupación por la estructura de la novela: libros que contienen otros, historias paralelas. Thays cita a Tolstói con Anna Karenina y siembra la duda sobre si funciona o no ese modelo argumental. "Lo que siempre me ha interesado son las historias que abducen a otras, por las relaciones que se forman entre ellas", dice Thays. De todas formas, el despliegue actual se veía venir. "Una vez me llegaron a proponer en México publicar La disciplina de la vanidad, sin los cuentos y sin la historia. Es decir, solo los fragmentos teóricos. Era como un tercer libro. Eso habría dado como resultado un libro de cuentos, una novela y un libro de teoría literaria. Dije que no porque los breves ensayos estaban muy ligados a la novela".

Un sueño fugaz trata de escritores que no escriben o que intentan vivir sin la escritura. Los personajes se conocen de jóvenes en un taller literario. Lo que sucede con ellos se desarrolla en relatos individuales. Hay un capítulo nuevo en este libro, El profesor Delgado. Un reflejo a su vez -nuevo juego de desdoblamientos literarios- de La obra maestra desconocida, de Balzac. "Es un guiño muy inspirado en ese relato, pero es que todos los textos que escribí tienen un punto de partida real. El profesor Delgado corregía constantemente el mismo cuento para perfeccionarlo sin llegar a terminarlo jamás. Hay distintos tipos de fracaso pero este, el de nunca da por terminada la obra, es quizás el mejor. Se fracasa en busca de la excelencia".

"La disciplina... es un libro sobre el éxito literario y el deseo del narrador de conseguirlo. En el libro de cuentos el tema es el fracaso literario", subraya el autor. Cita la frase de Rudyard Kipling: "Debes encontrarte con el éxito y el fracaso, y tratar a esos dos impostores de la misma manera". "Los dos son igualmente farsantes", continúa Thays. "En La disciplina... contaba la historia de un joven que quería ganar en literatura y para hacerlo escribía un libro sobre el fracaso literario. Ese juego me gustaba. Escribí esa novela con 29 o 30 años. Ahora que tengo 42 y que ya he pasado por muchas cosas, me doy cuenta de que, como escritor, me interesa mucho más el fracaso que el éxito literario. Fracasar es un aprendizaje. Por eso en Un sueño fugaz me interesó desarrollar un poco más ese tema en el último cuento, Visita al maestro. Es un personaje que se convierte con los años en escritor de culto, pero ya desinteresado por completo de su carrera literaria. Un maestro no porque haya escrito una gran obra, sino porque ha aprendido de los fracasos suyos y de sus amigos".

La historia de la literatura está formada por esas obras, esos sueños de gloria, que han sobrevivido largamente a sus autores. "Cuando reescribí este libro tenía muy presente a Matsuo Basho. Un poeta que se ha convertido en una biblia para mí", dice Thays. "Por eso en el epílogo uso como epígrafe un haiku suyo (dentro de la olla / un pulpo reposa en un sueño fugaz / bajo la luz de la luna de verano). Creo que esa es la realidad: nos venden un sueño que parece eterno pero que es solo una trampa, como la de los pulpos. García Márquez escribió Cien años de soledad, Cervantes el Quijote, y eso quizá no va a olvidarse nunca. Pero nadie se lleva nada al otro lado del mundo. La obra queda en el lado humano y no pasa al mundo astral, espectral. Han caído en lo que caemos todos, vanitas vanitatis".

Sí, la vanidad del escritor es algo que está muy presente en la vida de este autor. La doble faceta de novelista y crítico literario de Thays (dirigió un programa de televisión, Vano oficio, durante siete años) tiene algo que ver con esto. "Cuando tenía el programa de televisión recibía muchos comentarios sobre el título. Me decían que si me refería a que los escritores son pretenciosos o vanidosos. Yo les decía que la literatura es un vano oficio porque, aunque ganes el Nobel o solo vendas cien ejemplares de un libro, al final de la vida no te queda nada. Todo es en vano. La idea del sueño fugaz al que me refiero en el título del libro es esa. El hombre que lo lleva hasta el final tuvo sus quince minutos de fama, pero si no los hubiera tenido también habría sido un sueño fugaz".



lunes, 6 de junio de 2011

Mar adentro



Esta película de Amenábar muestra cómo una persona que quiere morir logra dar significado a otras. Que la vida no es un deber sino un derecho. Y que las prisiones del cuerpo alimentan las intenciones del alma. El mar que dio vida y que le quito el deseo.

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.

El abrazo más pueril
y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos
en un único deseo.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras
‘más adentro’, ‘más adentro’
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

sábado, 4 de junio de 2011

El voto iluso



Perdido en un negro vals, oh siempre. Dice el primer verso de J. E. Eielson, refiriéndose ante el paso del tiempo y lo cíclico de la desventura.

Yo no voy a cambiar mi discurso famélico porque el extraordinario escritor Mario Vargas Llosa me pida que vote por el señor Humala. Ni tampoco iré naranja a depositar mi confianza a la señora Fujimori porque Hernando de Soto la respalde. Ni por el Puma, ni por Tongo. A pesar que conozco a Alfredo Ferrero en un viaje a la selva y vi que es un hombre amoroso con su familia y respetuoso con la gente, a pesar que conversé con PPK en el aeropuerto, por casualidad, y fue amable y risueño; no seguiré su consejo de votar por Keiko. Tampoco votaré por Ollanta porque Heduardo, a quien considero uno de los analistas políticos y caricaturista más genial y consecuente, o Alejandro Toledo que es un hombre de enormes debilidades y defectos pero un demócrata comprobado y respetuoso de la libertad de expresión; me lo pidan.

Y me angustia y entristece cada vez que me dicen que votar viciado es un signo de cobardía, de indecisión y de irresponsabilidad ante la coyuntura. Mis amigos me dicen que en estos momentos hay que ser práctico y decidir por uno de los dos.

No les creo a ninguno de los dos. Ni a Keiko cuando ensaya esa sonrisa que practica ante sus asesores, ni a Ollanta cuando ahora arquea las cejas y no las frunce como en el pasado. No voto por una señora que apoyó a su padre en la tercera reelección de un gobierno deplorable que pisoteó los derechos humanos y que se llevó miles de millones de dólares, o por un Ollanta golpista y vinculado a Hugo Chávez a quien considero lo más execrable de la humanidad.

Ni por la que estudió con dinero de la corrupción, ni por el que le llegaba su giro mensual de Venezuela.

Ahora me dicen que tengo que elegir entre la moral y la economía. Como si la moral sería representada por Ollanta o como si la economía tenga cara de Keiko. Ambos están descalificados en estas cuestiones. Ambos han llevado una campaña de odio, de racismo y de mentiras.

No, yo no doy mi voto. Yo espero por un representante digno de mi apoyo. Alguien que tenga la capacidad de articular ideas y argumentar con altura. Alguien que tenga una trayectoria de trabajo, honestidad y empatía hacia los demás. Espero por el hombre o mujer que llegue a ser una opción, no por ensayar golpes de estado o por llevar un apellido. Por el técnico con una visión humanista o por el artista que sepa insertarse en una cosmovisión de la realidad. ¿Me voy a hacer viejo esperando? Quizás muera y nunca lo conozca, pero no por ello voy a renunciar ante el ideal de lo que quiero para mi pueblo. Porque creo que como peruanos nos merecemos lo mejor.

Mira a lo que nos ha llevado la inmoralidad, un país deshecho donde no hay respeto y tolerancia por la gran diversidad cultural, donde las instituciones se subastan, la prensa se ensucia, donde los pobres no pueden gozar de la justicia.

Tampoco se puede avanzar sin un buen manejo de la economía. Estos años hemos logrado insertar a una gran cantidad de peruanos a gozar de mayores servicios, educación y salud. Pero el Estado sigue siendo un dinosaurio lento e incapaz de dar seguridad a las inversiones y manejo de los conflictos sociales.

Tengo consideración por las decisiones informadas de ambos grupos que han decidido su voto. Las dos agrupaciones cuentan con gente decente y esforzada. El nuevo presidente contará con mi cortesía y recelo, porque respeto lo que mis hermanos quieren. Y debemos dar el apoyo para las mejoras que necesite nuestro país sea quien fuere el elegido. Porque ahora estamos divididos por el insulto y la tropelía y estos dos candidatos son los culpables, en gran parte, de ello.

Así que mañana no voto por ninguno, mi voto es viciado y lisiado.

Espero que nuestra desventura no siga cíclica, que surjan nuevas generaciones de políticos pensadores, capaces y comprometidos con nuestro desarrollo.



(Por favor los fujimoristas que me andan amenazando e insultando estos días sírvanse dejar sus reclamos en mi mesa de partes y esperar mi respuesta)

jueves, 2 de junio de 2011

Piglia gana Rómulo Gallegos



Justo cuando una querida amiga me consigue Blanco nocturno de Ricardo Piglia desde Buenos Aires porque ha sido imposible conseguirlo en Lima, llega este premio a uno de los escritores más importantes de nuestra lengua.

Dice la nota en El Mundo:

El escritor argentino Ricardo Piglia se resultó victorioso hoy como el ganador del premio internacional de la novela Rómulo Gallegos en su edición XVII, gracias a su libro "Blanco nocturno", el cual se impuso a los otros 11 finalistas de la justa literaria.  El fallo del certamen fue dado a conocer esta mañana en la sede de la Casa de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, en Caracas, por el jurado, conformado en esta entrega por la escritora mexicana Carmen Boullosa, el ganador del año pasado, el colombiano William Ospina, y el escritor venezolano Freddy Castillo Castellanos. 

El escritor ganador recibirá como premio un diploma y una bolsa de cuatrocientos treinta mil bolívares fuertes o su equivalente en divisa extranjera. La autora mexicana y miembro del jurado, Carmen Boullosa señaló que Piglia mereció el galardón "Por su gran talento para situar la trama en un mundo preciso, su rigurosa observación de hechos y personajes, la nitidez de su lengua, la sabiduría literaria que le permite cautivar al lector y mantener la tensión del relato",

Ricardo Piglia, se suma ahora a la lista de ganadores de ediciones anteriores que incluye los nombres de figuras como los mexicanos Carlos Fuentes y Elena Poniatowska, el peruano Mario Vargas Llosa, el venezolano Arturo Uslar Pietri y el premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez.

Piglia nació en Adrogué, una provicnia de Buenos Aires, Argentina y actualmente es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Princeton en Estados Unidos. Ha publicado cuatro novelas: "Respiración artificial" (1980), "La ciudad ausente" (1992), "Plata quemada" (1997) y la hoy galardonada "Blanco nocturno" (2010).

Tiene en su haber varios textos, entre ellos "Crítica y ficción" (1986), "El último lector" (2005) y "Formas breves" (1999) con el que se llevó el galardón Bartolomé March.

El argetino obtuvo este año por "Blanco nocturno" el Premio Premio Nacional de la Crítica 2011 en la categoría de narrativa con su novela.

En "Blanco Nocturno", Piglia inicia la historia con la muerte de Tony Durán, un puertorriqueño que viaja a Argentina siguiendo los pasos de una mujer. El escritor señaló anteriormente que la historia tiene fundamentos en un familiar de él. "Quería contar la historia de mi primo", dijo a El País de España en abril.